¿Qué es la ansiedad social?

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La fobia social es un trastorno psicológico que afecta a millones de personas en todo el mundo. A menudo se pasa por alto o se confunde con timidez extrema, pero en realidad es mucho más que eso. En esta entrada de blog, exploraremos en profundidad qué es la ansiedad social, sus síntomas, los factores que pueden contribuir a su desarrollo y estrategias para superarla.

Síntomas de la ansiedad social

La fobia social se manifiesta a través de una serie de síntomas emocionales, cognitivos y físicos. Estos síntomas pueden variar en intensidad, pero comúnmente incluyen:

Miedo intenso al juicio de los demás

Las personas con fobia social a menudo sienten un temor abrumador a ser juzgadas o evaluadas negativamente por los demás. Este miedo puede ser tan paralizante que dificulta la interacción social y limita las actividades cotidianas.

Evitación de situaciones sociales

Quienes padecen ansiedad social suelen evitar situaciones que los expongan a interacciones sociales, como fiestas, reuniones o presentaciones en público. Esta evitación puede llevar a la soledad y el aislamiento, lo que, a su vez, puede empeorar los síntomas de ansiedad social.

Síntomas físicos

La fobia social puede desencadenar síntomas físicos incómodos, como sudoración excesiva, temblores, taquicardia, rubor facial y malestar estomacal. Estos síntomas pueden hacer que las interacciones sociales sean aún más angustiantes, ya que pueden ser percibidos por los demás.

Preocupación excesiva

Las personas con fobia social suelen preocuparse de manera excesiva antes, durante y después de las situaciones sociales. Esta preocupación constante puede afectar negativamente su calidad de vida, ya que les impide disfrutar plenamente de las relaciones sociales.

Factores que favorecen padecer ansiedad social

La fobia social puede ser causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales. Algunos de los factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar este trastorno incluyen:

Antecedentes familiares

Tener antecedentes familiares de ansiedad social puede aumentar la probabilidad de desarrollar el trastorno. Los estudios han demostrado que las personas con familiares que padecen trastornos de ansiedad tienen un mayor riesgo de desarrollar ansiedad social.

Experiencias traumáticas

Eventos traumáticos en la infancia o en la vida adulta, como el acoso escolar, el rechazo social o situaciones humillantes, pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad social. Estas experiencias pueden crear una base de temor y desconfianza en las interacciones sociales.

Factores ambientales

El entorno en el que se crece y se desarrolla, así como la cultura y las expectativas sociales, pueden influir en la ansiedad social. La presión por encajar, el perfeccionismo y las normas culturales pueden desencadenar este trastorno. Por ejemplo, en culturas donde la autoafirmación y la competencia social son altamente valoradas, las personas pueden sentir una mayor presión y estrés social.

Desequilibrio químico

Se ha observado que los desequilibrios en neurotransmisores cerebrales, como la serotonina, están relacionados con la ansiedad social. Estos desequilibrios pueden aumentar la vulnerabilidad a este trastorno. La interacción entre factores genéticos y neuroquímicos puede crear un terreno propicio para la ansiedad social.

Cómo superar la ansiedad social

A pesar de la complejidad de la fobia social, existen estrategias efectivas para superarla y mejorar la calidad de vida. Aquí hay un análisis más detallado de algunas de estas estrategias:

Terapia cognitivo-conductual (TCC)

La ansiedad social puede llevar consigo distorsiones cognitivas que son importante detectar. La terapia cognitivo-conductual es uno de los tratamientos más comunes y efectivos para la ansiedad social y las distorsiones cognitivas. Mediante la TCC, los individuos aprenden a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos y comportamientos evitativos. A través de la terapia, las personas pueden adquirir habilidades para afrontar situaciones sociales de manera más segura y positiva.

Exposición gradual

La exposición gradual a las situaciones sociales que generan ansiedad es una parte crucial del tratamiento. Comenzar con desafíos pequeños y aumentar gradualmente la exposición puede ayudar a reducir el miedo. Por ejemplo, alguien con ansiedad social puede comenzar por participar en conversaciones en línea antes de enfrentar eventos sociales en persona.

Tratamiento del trauma

Con frecuencia, las fobias, y en este caso, la fobia social, aparecen como una respuesta defensiva a raíz de una experiencia traumática (relacionada con la fobia o no). Por ello es importante abordar esta experiencia como parte del tratamiento (junto con la exposición gradual y otras técnicas cognitivo-conductuales).Para procesar el trauma existen terapias y técnicas eficaces como el EMDR (Reprocesamiento del Trauma mediante Movimientos Oculares), así como otras técnicas que nos ayuden a ir conectando progresivamente con la situación traumática, como meditaciones o visualizaciones guiadas por el terapeuta. De esta manera, la fobia deja de ser necesaria como mecanismo de defensa.La tasa de éxito en la terapia va a ser mucho mayor si abordamos este componente traumático.

Medicación

En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos, como inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o ansiolíticos, para tratar la ansiedad social. Estos medicamentos pueden ser útiles en combinación con la terapia y bajo supervisión médica. Es importante destacar que los medicamentos solo deben considerarse cuando otros enfoques no han proporcionado alivio adecuado y un profesional así lo considere.

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Apoyo social

Buscar apoyo de amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser beneficioso en el proceso de superar la ansiedad social. Compartir experiencias y consejos con personas que han superado la ansiedad social puede ser reconfortante y motivador. La comprensión y el apoyo de seres queridos pueden marcar la diferencia en el viaje hacia la recuperación.

Técnicas de relajación y manejo del estrés

Aprender técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación y el yoga, puede ayudar a reducir la ansiedad en situaciones sociales. Estas técnicas pueden ayudar a las personas a calmarse y afrontar las situaciones sociales con mayor tranquilidad.

En resumen, la fobia social es un trastorno complejo que puede afectar significativamente la calidad de vida de quienes la experimentan. Sin embargo, con el tratamiento adecuado y el apoyo necesario, es posible superarla. Si tú o alguien que conoces lucha con la ansiedad social, recuerda que no estás solo y que hay recursos disponibles para ayudarte a superarlo. La comprensión y la aceptación de la ansiedad social son los primeros pasos hacia una vida más plena y satisfactoria.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Bados, A. (2001). Fobia social. Madrid: Síntesis.

Andrea García es psicóloga General Sanitaria, con formación en terapia sexual y de pareja, especializada en terapia online para adultos. Está formada, además, en instrucción en yoga y tiene interés especial en las relaciones, trauma, apego y las terapias basadas en Mindfulness.