Fases del duelo amoroso

fases del duelo amoroso

El amor de pareja puede llevarnos a experimentar una amplia gama de emociones. Sin embargo, cuando la relación llega a su fin, ya sea por decisión mutua o por circunstancias imprevistas, nos enfrentamos a un proceso conocido como duelo amoroso. Este proceso no es lineal y varía según la persona en intensidad y duración, pero entender las fases del duelo amoroso puede proporcionar una guía para navegar este complicado viaje emocional.

Antes de empezar a enumerar las fases es importante aclarar que el duelo no es un trastorno, es un proceso necesario para procesar una pérdida de algo importante en nuestra vida, ya sea una pareja, un trabajo, una función corporal o el fallecimiento de un ser querido.

Aunque enumeramos las fases del duelo en un orden concreto, es necesario resaltar que no necesariamente se dan en este orden, ni siempre pasamos por todas las fases. A veces incluso podemos pasar varias veces por la misma fase. Por ejemplo, quizá no pasemos por la fase de shock, o sea tan breve que ni nos damos cuenta. Quizá pensemos que ya estamos en la fase de aceptación pero volvamos a sentir rabia.

No hay una forma única ni correcta de vivir el duelo. Lo que si es importante es ser compasivos con nosotros mismos y nuestro propio proceso, permitirnos transitarlo, y buscar apoyo si lo necesitamos.

Fases del Duelo Amoroso

1. Negación y Shock

La primera fase del duelo amoroso a menudo se caracteriza por la negación y el shock. En este momento, la realidad de la ruptura puede resultar abrumadora, y es común sentirse aturdido e incapaz de aceptar lo que está sucediendo. La mente busca protegerse de la intensidad de la pérdida, manifestándose en una especie de “shock emocional”. Es crucial entender que este sentimiento es parte natural del proceso y que, con el tiempo, dará paso a la siguiente fase.

2. Ira y Frustración

A medida que la negación comienza a ceder, la ira y la frustración pueden emerger. Preguntas sin respuesta, sentimientos heridos y la frustración por lo que pudo haber sido dan paso a esta fase. Es importante reconocer y expresar estas emociones de manera saludable, ya que reprimirlas puede prolongar el proceso de curación. La ira, canalizada adecuadamente, puede ser un motor para el cambio y el crecimiento personal.

3. Negociación y Búsqueda de Respuestas

En esta fase, buscamos respuestas y tratamos de negociar con la realidad. Surgirán preguntas como “¿Y si…?” o “¿Podríamos haber hecho algo diferente?”. Es fundamental comprender que no siempre hay respuestas claras, y la negociación es parte natural del proceso de duelo. La búsqueda de respuestas puede llevarnos a reflexionar sobre la relación y aprender valiosas lecciones para el futuro.

4. Tristeza

La tristeza es un aspecto inevitable del duelo amoroso. En este punto, el individuo puede experimentar una sensación abrumadora de pérdida y soledad. Es crucial permitirse sentir estas emociones y buscar el apoyo necesario para atravesar esta fase. La terapia psicológica, el contacto con amigos cercanos o actividades que fomenten el autocuidado pueden ser recursos valiosos en este período.

5. Aceptación y Renovación

Finalmente, la aceptación emerge como la última fase del duelo amoroso. Aceptar la realidad de la ruptura y permitirse avanzar es un paso fundamental hacia la curación. Esta fase no implica olvidar, sino integrar la experiencia en el propio crecimiento personal. Reconocer que el cierre emocional no es un punto fijo, sino un proceso gradual, es esencial. Aceptar no solo la realidad de la separación sino también las propias emociones permite un camino hacia la renovación personal.

Consejos para Navegar por las Fases del Duelo Amoroso

  1. Permítete Sentir: No reprimas tus emociones. Permitirte sentir el dolor, la ira y la tristeza. Es esencial para la curación emocional.
  2. Busca Apoyo: Comparte tus sentimientos con amigos cercanos, familiares o un profesional de la salud mental. El apoyo social puede proporcionar consuelo y perspectiva.
  3. Cuida de Ti Mismo: Prioriza tu bienestar físico y emocional. Practica el autocuidado, realiza actividades que disfrutes y enfócate en tu crecimiento personal.
  4. Aprende de la Experiencia: Reflexiona sobre lo que has aprendido de la relación y de la ruptura. Utiliza estas lecciones como herramientas para crecer y evolucionar como individuo. Pregúntate qué no te ha gustado de la relación y que sí te ha gustado o te habría gustado tener, las respuestas te aportarán un aprendizaje importante para futuras experiencias.

Es importante recordar que el duelo amoroso es un proceso único y personal. Cada individuo recorrerá estas fases de manera diferente y a su propio ritmo. Buscar apoyo profesional, ya sea a través de terapia individual o grupal, puede ser una herramienta beneficiosa para enfrentar este proceso y construir un camino hacia la renovación personal.

El autocuidado y la compasión contigo mismo son fundamentales en este viaje. La sanación lleva tiempo, pero con paciencia y apoyo, se puede llegar a un lugar de aceptación y crecimiento emocional.

Conclusión

En conclusión, las fases del duelo amoroso son una travesía emocional compleja. Comprender y aceptar cada fase como parte integral del proceso puede allanar el camino hacia la mejora. La paciencia contigo mismo, la búsqueda activa de apoyo y el reconocimiento de las propias emociones son claves en este viaje.

Recuerda, en medio del dolor, también hay oportunidades para el crecimiento personal. El duelo amoroso puede ser un catalizador para la autenticidad y la transformación. Con cariño y apoyo, cada individuo puede construir un futuro lleno de posibilidades.

 

BIBLIOGRAFÍA:

Arévalo González, L. M., & Reina Mejía, A. (2019). Ruptura y duelo en la pareja: un proceso no lineal.

 

Andrea García es psicóloga General Sanitaria, con formación en terapia sexual y de pareja, especializada en terapia online para adultos. Está formada, además, en instrucción en yoga y tiene interés especial en las relaciones, trauma, apego y las terapias basadas en Mindfulness.